Carta abierta al presidente Trump del Arzobispo Carlo Maria Viganò

7 de junio de 2020

Domingo de la Santísima Trinidad

 

Señor presidente,

En los últimos meses hemos sido testigos de la formación de dos bandos opuestos que yo llamaría bíblicos: los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas. Los hijos de la luz constituyen la parte más grande de la humanidad, mientras que los hijos de las tinieblas representan una minoría absoluta. Y, sin embargo, los primeros son objeto de una especie de discriminación que los coloca en una situación de inferioridad moral con respecto a sus adversarios, que a menudo ocupan posiciones estratégicas en los gobiernos, la política, la economía y los medios de comunicación. Y en una forma aparentemente inexplicable, los buenos son tomados como rehenes por los malvados y por aquellos que los ayudan, ya sea por interés propio o por temor.

Estos dos lados, que tienen una naturaleza bíblica, siguen la clara separación entre la descendencia de la Mujer y la descendencia de la Serpiente. Por un lado, están aquéllos que, aunque tienen miles de defectos y debilidades, están motivados por el deseo de hacer el bien, ser honestos, formar una familia, dedicarse al trabajo, dar prosperidad a su patria, ayudar los necesitados y, en obediencia a la Ley de Dios, merecer el Reino de los Cielos. Por otro lado, están los que se sirven a sí mismos, no tienen principios morales, quieren demoler a la familia y la nación, explotan a los trabajadores para hacerse excesivamente ricos, fomentan divisiones internas y guerras, y acumulan poder y dinero: para ellos, la ilusión falaz del bienestar temporal, si no se arrepienten, cederá algún día ante el terrible destino que les espera, lejos de Dios, en la condenación eterna.

 

U.S. President Donald Trump and first lady Melania Trump pose during a visit to the Saint John Paul II National Shrine in Washington, U.S., June 2, 2020. REUTERS/Tom Brenner

En la sociedad, señor presidente, estas dos realidades opuestas coexisten como enemigos eternos, así como Dios y Satanás son enemigos eternos. Y parece que los hijos de las tinieblas, a quienes podemos identificar fácilmente con el Estado profundo al que usted se opone sabiamente y que está librando una guerra feroz contra usted en estos días, han decidido mostrar sus cartas, por así decir, al revelar sus planes. Parecen estar tan seguros de tener todo bajo control que han dejado de lado esa circunspección que hasta ahora había ocultado al menos parcialmente sus verdaderas intenciones. Las investigaciones ya en curso revelarán la verdadera responsabilidad de quienes administraron la emergencia del Covid, no solo en el área de la atención médica sino también en la política, la economía y los medios de comunicación. Probablemente descubriremos que en esta colosal operación de ingeniería social hay personas que han decidido el destino de la humanidad, arrogándose el derecho de actuar contra la voluntad de los ciudadanos y sus representantes en los gobiernos de las naciones.

También descubriremos que los disturbios en estos días fueron provocados por aquellos que, al ver que el virus se desvanece inevitablemente y que la alarma social de la pandemia está disminuyendo, necesariamente han tenido que provocar disturbios civiles, porque luego seguiría una represión que, aunque legítima, podría ser condenada como una agresión injustificada contra la población. Lo mismo ocurre también en Europa, en perfecta sincronía. Es bastante claro que el uso de protestas callejeras es funcional para los propósitos de aquéllos que desean en las próximas elecciones presidenciales ver elegido a alguien que encarne los objetivos del Estado profundo y que expresa esos objetivos fielmente y con convicción. No será sorprendente si, en unos meses, aprendemos una vez más que, escondidos detrás de estos actos de vandalismo y violencia están los que esperan beneficiarse de la disolución del orden social para construir un mundo sin libertadSolve et Coagula, como enseña el adagio masónico.

Aunque pueda parecer desconcertante, las alineaciones opuestas que he descrito están presentes también en círculos religiosos. Hay pastores fieles que cuidan el rebaño de Cristo, pero también hay mercenarios infieles que buscan dispersar el rebaño y entregar las ovejas para que sean devoradas por lobos voraces. No sorprende que estos mercenarios sean aliados de los hijos de las tinieblas y odien a los hijos de la luz: así como hay un Estado profundo, hay también una Iglesia profunda que traiciona sus deberes y renuncia a sus compromisos apropiados ante Dios. Así, el Enemigo Invisible, contra quien luchan los buenos gobernantes en los asuntos públicos, también es combatido por los buenos pastores en la esfera eclesiástica. Es una batalla espiritual, de la que hablé en mi reciente Llamamiento que fue publicado el 8 de mayo.

Por primera vez, Estados Unidos tiene en usted un presidente que defiende valientemente el derecho a la vida, que no se avergüenza de denunciar la persecución de los cristianos en todo el mundo, que habla de Jesucristo y del derecho de los ciudadanos a la libertad de culto. Su participación en la Marcha por la vida, y más recientemente su proclamación del mes de abril como Mes Nacional de la Prevención del Abuso Infantil, son acciones que confirman en qué lado usted desea luchar. Y me atrevo a creer que los dos estamos del mismo lado en esta batalla, aunque con diferentes armas.

Por esta razón, creo que el ataque al que usted fue sometido después de su visita al Santuario Nacional de San Juan Pablo II es parte de la narrativa orquestada por los medios de comunicación que busca no combatir el racismo e instituir un orden social, sino agravar las disposiciones; no para traer justicia, sino para legitimar la violencia y el crimen; no para servir a la verdad, sino para favorecer a una facción política. Y es desconcertante que haya obispos, como aquellos a quienes denuncié recientemente, que, según sus palabras, prueban que están alineados en el lado opuesto. Están subordinados al Estado Profundo, al globalismo, al pensamiento alineado, al Nuevo Orden Mundial que invocan cada vez con más frecuencia en nombre de una hermandad universal que no tiene nada de cristiano, sino que que evoca los ideales masónicos de aquéllos que quieren dominar el mundo expulsando a Dios de los tribunales, de las escuelas, de las familias y quizás incluso de las iglesias.

El pueblo estadounidense es maduro y ahora ha entendido en qué medida los medios de comunicación no quieren difundir la verdad, sino que buscan silenciarla y distorsionarla, difundiendo la mentira que es útil para los propósitos de sus amos. Sin embargo, es importante que los buenos, que son la mayoría, se despierten de su pereza y no acepten ser engañados por una minoría de personas deshonestas con propósitos ineludibles. Es necesario que los buenos, los hijos de la luz, se unan y hagan oír sus voces. ¿Qué manera más efectiva hay de hacer esto, señor presidente, que rezando y pidiéndole al Señor que lo proteja a usted, a los Estados Unidos y a toda la humanidad de este enorme ataque del enemigo? Frente al poder de la oración, los engaños de los hijos de las tinieblas colapsarán, se revelarán sus complots, se mostrará su traición, su poder aterrador terminará en nada, se lo sacará a la luz y quedará expuesto a lo que es: un engaño infernal.

Señor Presidente, mi oración se dirige constantemente a la amada nación estadounidense, donde tuve el privilegio y el honor de ser enviado por el papa Benedicto XVI como Nuncio Apostólico. En esta hora dramática y decisiva para toda la humanidad, rezo por usted y también por todos los que están a su lado en el gobierno de Estados Unidos. Confío en que el pueblo estadounidense esté unido conmigo y con usted en oración al Dios Todopoderoso.

Unidos contra el Enemigo Invisible de toda la humanidad, los bendigo a usted y a la Primera Dama, a la amada nación estadounidense, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

 

+ Carlo Maria Viganò

Arzobispo Titular de Ulpiana

Ex Nuncio Apostólico en los Estados Unidos de América

 

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

Juan Domingo Perón, Patriarca y precursor de la Defensa de la Tierra

Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo

Por Juan Domingo Perón.

Desde Madrid, difundido el 21 de febrero de 1972

Hace casi treinta años, cuando aún no se había iniciado el proceso de descolonización contemporáneo, anunciamos la tercera Posición en defensa de la soberanía y autodeterminación de las pequeñas naciones, frente a los bloques en que se dividieron los vencedores de la Segunda Guerra Mundial.

Hoy cuando aquellas pequeñas naciones han crecido en número y constituyen el gigantesco y multitudinario Tercer Mundo un peligro mayor- que afecta a toda la humanidad y pone en peligro su misma supervivencia- nos obliga a plantear la cuestión en nuevos términos, que van más allá de lo estrictamente político, que superan las divisiones partidarias o ideológicas, y entran en la esfera de las relaciones de la humanidad con la naturaleza.

Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobre-estimación de la tecnología y la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esta marcha, a través de una acción mancomunada internacional.

La concientización debe originarse en los hombres de ciencia, pero sólo puede transformarse en la acción a través de los dirigentes políticos. Por eso abordo el tema como dirigente político, con la autoridad que me da el haber sido precursor de la posición actual del Tercer Mundo y con el aval que me dan las últimas investigaciones de los científicos en la materia.

 

Los hechos

El ser humano ya no puede ser concebido independientemente del medio ambiente que él mismo ha creado. Ya es una poderosa fuerza biológica, y si continúa destruyendo los recursos vitales que le brinda la Tierra, sólo puede esperar verdaderas catástrofes sociales para las próximas décadas.

La humanidad está cambiando las condiciones de vida con tal rapidez que no llega a adaptarse a las nuevas condiciones. Su acción va más rápido que su captación de la realidad y el hombre no ha llegado a comprender, entre otras cosas, que los recursos vitales para él y sus descendientes derivan de la naturaleza y no de su poder mental. De este modo, a diario, su vida se transforma en una interminable cadena de contradicciones.

En el último siglo ha saqueado continentes enteros y le han bastado un par de décadas para convertir ríos y mares en basurales, y el aire de las grandes ciudades en un gas tóxico y espeso. Inventó el automóvil para facilitar su traslado, pero ahora ha erigido una civilización del automóvil que se asienta, sobre un cúmulo de problemas de circulación, urbanización, inmunidad y contaminación en las ciudades y se grava las consecuencias de la vida sedentaria.

 

Despilfarro masivo

Las mal llamadas “Sociedades de Consumo”, son, en realidad sistemas sociales de despilfarro masivo, basados en el gasto, por el que el gusto produce lucro. Se despilfarra mediante la producción de bienes necesario o superfluos y, entre estos, a los deberían ser de consumo duradero, con toda intención se les asigna cierta vida porque la renovación produce utilidades. Se gastan millones en inversiones para cambiar el aspecto de los artículos, pero no para reemplazar los bienes dañinos para la saluda humana, y hasta se apela a nuevos procedimientos tóxicos para satisfacer la vanidad humana. Como ejemplo bastan los autos actuales que debieran haber sido reemplazados por otros con motores eléctricos, o el tóxico plomo que se agrega a las naftas simplemente para aumentar el pique de los mismos.

No menos grave resulta el hecho de que los sistemas sociales de despilfarro de los países tecnológicamente más avanzados funciones mediante el consumo de ingentes recursos naturales aportados por el Tercer Mundo. De este modo el problema de las relaciones dentro de la humanidad es paradójicamente doble: algunas clases sociales – la de los países de baja tecnología en particular – sufren los efectos del hambre, el analfabetismo y las enfermedades, pero al mismo tiempo las clases sociales y los países que asientan su exceso de consumo en el sufrimiento de los primeros, tampoco están racionalmente alimentados ni gozan de una auténtica cultura o de una vida espiritual o físicamente sana. Se debaten en medio de la ansiedad y del tedio y los vicios que produce el ocio mal empleado.

 

El espejismo de la tecnología

Lo peor es que, debido a la existencia de poderosos intereses creados o por la falsa creencia generalizada de que los recursos naturales vitales para el hombre son inagotables, este estado de cosas tiende a agravarse, mientras un fantasma – el hombre- recorre el mundo devorando 55 millones de vidas humildes cada 20 meses, afectando hasta países que ayer fueron graneros del mundo y amenazando expandirse de modo fulmíneo en las próximas décadas. En los centros de más alta tecnología se anuncia entre otras maravillas, que pronto la ropa se cortará con rayos láser y que las amas de casa harán compras por televisión y las pagarán mediante sistemas electrónicos. La separación dentro de la humanidad se está agudizando de modo tan visible que perece que estuviera constituida por más de una especie.

El ser humano cegado por el espejismo de la tecnología, ha olvidado las verdades que están en la base de su existencia. Y así, mientras llega a la luna gracias a la cibernética, la nueva metalurgia, combustibles poderosos, la electrónica y una serie de conocimientos teóricos fabulosos, mata el oxígeno que respira y el agua que bebe, y el suelo que le da de comer y eleva la temperatura permanente del medio ambiente sin medir sus consecuencias biológicas. Ya en el colmo de su insensatez, mata el mar que podía servirle de última base de sustentación.

 

Después de la tierra, el mar…

En el curso del último siglo el ser humano ha exterminado cerca de 200 especies animales terrestres. Ahora ha pasado a liquidar las especies marinas. Aparte de los efectos de la pesca excesiva, amplias zonas de los océanos, especialmente costeras, ya han sido convertidas en cementerios de peces y crustáceos, tanto por los desperdicios arrojados como por el petróleo involuntariamente derramado. Solo el petróleo liberado por los buques cisterna hundidos ha matado en la última década cerca de 600.000 millones de peces. Sin embargo seguimos arrojando al mar más desechos que nunca, perforamos miles de pozos petrolíferos en el mar o sus costas y ampliamos al infinito el tonelaje de los petróleos sin tomar medidas de protección de la fauna y flora marinas.

 

…Y el agua potable

La creciente toxicidad del aire de las grandes ciudades, es bien conocida, aunque muy poco se ha hecho para disminuirla. En cambio, todavía existe un conocimiento mundialmente difundido acerca del problema planteado por el despilfarro de agua dulce, tanto para el consumo humano como para la agricultura. La liquidación de aguas profundas ya ha convertido en desiertos extensas zonas otrora fértiles del globo, y los ríos han pasado a ser desagües cloacales más que fuentes de agua potable o vías de comunicación. Al mismo tiempo la erosión provocada por el cultivo irracional o por la supresión de la vegetación natural se ha convertido en un problema mundial, y se pretende reemplazar con productos químicos el ciclo biológico del suelo, uno de los más complejos de la naturaleza. Para colmo muchas fuentes naturales han sido contaminadas; las reservas cuando nos quedaría como último recurso la desalinización del mar nos enteramos que una empresa de este tipo, de dimensión universal, exigiría una infraestructura que la humanidad no está en condiciones de financiar y armar en este momento.

 

Alimentos y armas

Por otra parte, a pesar de la llamada revolución verde, el Tercer Mundo, todavía no ha alcanzado a producir la cantidad de alimentos que consume, y para llegar a su autoabastecimiento necesita un desarrollo industrial, reformas estructurales y la vigencia de una justicia social que todavía está lejos de alcanzar. Para colmo, el desarrollo de la producción de alimentos sustitutivos está frenado por la insuficiencia financiera y las dificultades técnicas.

Por supuesto todos estos desatinos culminan con una tan desenfrenada como irracional carrera armamentista que le cuesta a la humanidad 200.000 millones de dólares anuales.

A este maremagnum de problemas creados artificialmente se suman el crecimiento explosivo de la humanidad. El número de seres humanos que puebla el planeta se ha duplicado en el último siglo y volverá a duplicarse para fines del actual o comienzos del próximo, de continuar la actual ” ratio ” de crecimiento. De seguir por este camino, en el año 2.500 cada ser humano dispondrá de solo metro cuadrado sobre el planeta. Esta visión global está lejana en el tiempo, pero no difiere mucho de la que ya corresponde a las grandes urbes, y no debe olvidarse que dentro de 20 años más de la mitad de la humanidad vivirá en ciudades grandes y medianas.

Política demográfica

Es indudable pues, que la humanidad necesita tener una política demográfica. La cuestión es que aún poniéndola en práctica, ya por el retardo con que comenzaremos, no producirá sus efectos antes del fin de la década en materia educativa, y antes de fin de siglo en materia ocupacional. Y que además la política demográfica no produce los efectos deseados sino va acompañada de una política económica y social correspondiente. De todos modos, mantener el actual ritmo de crecimiento de la población humana es tan suicida como mantener el despilfarro de los recursos naturales en los centros altamente industrializados donde rige la economía del mercado, o aquellos países que han copiado sus modelos de desarrollo. Lo que no debe aceptarse es que la política demográfica esté basada en la acción de píldoras que ponen en peligro la salud de quienes la toman o de sus descendientes

 

Qué hacer

Si se observan en su conjunto los problemas que se nos plantean y que hemos enumerado, comprobaremos que provienen tanto de la codicia y la imprevisión humana, como de las características de algunos sistemas sociales, del abuso de la tecnología, del desconocimiento de las relaciones biológicas y de la progresión natural del crecimiento de la población humana. Esta heterogeneidad de causas debe dar lugar a una heterogeneidad de respuestas, aun que en última instancia tenga como denominador común la utilización de la inteligencia humana. A la irracionalidad del suicidio colectivo debemos responder con la racionalidad del deseo de supervivencia.

Para poner freno e invertir la marcha hacia el desastre es menester aceptar algunas premisas:

  1. Son necesarias y urgentes: una revolución mental en los hombres, especialmente en los dirigentes de los países más altamente industrializados; una modificación de las estructuras sociales y productivas en todo el mundo, en particular en los países de alta tecnología donde rige la economía de mercado, y el surgimiento de una convivencia biológica dentro de la humanidad y entre la humanidad y el resto de la naturaleza.
  2. Esa revolución mental implica comprender que el hombre no puede reemplazar a la naturaleza en el mantenimiento de un adecuado ciclo biológico general; que la tecnología es un arma de doble filo, que el llamado progreso debe tener un límite y que incluso habrá que renunciar alguna de las comodidades que nos ha brindado la civilización; que la naturaleza debe ser restaurada en todo lo posible que los recursos naturales resultan aceptables y por lo tanto deben ser cuidados y racionalmente utilizados por el hombre; que el crecimiento de la población es aumentar la reducción y mejorar la distribución de alimentos y la difusión de servicios sociales como la educación y la salud pública, y que la educación y el sano esparcimiento deberán reemplazar el papel que los bienes y servicios superfluos juegan actualmente en la vida del hombre.
  3. Cada nación tiene derecho al uso soberano de sus recursos naturales. Pero al mismo tiempo, cada gobierno tiene la obligación de exigir, a sus ciudadanos el cuidado y utilización racional de los mismos. El derecho a la subsistencia individual impone el deber hacia la supervivencia colectiva, ya se trate de ciudadanos o pueblos.
  4. La modificación de las estructuras sociales y productivas en el mundo implica que el lucro y el despilfarro no pueden seguir siendo el motor básico de sociedad alguna, y que la justicia social debe exigirse en la base de todo sistema, no solo para el beneficio directo de los hombres sino para aumentar la producción de alimentos y bienes necesarios; consecuentemente, las prioridades de producción de bienes y servicios deben ser alteradas en mayor o menor grado según el país de que se trate. En otras palabras: necesitamos nuevos modelos de producción, consumo, organización y desarrollo tecnológico que, al mismo tiempo que den prioridad a la satisfacción de las necesidades esenciales del ser humano, racionar el consumo de recursos naturales y disminuyan al mínimo posible la contaminación ambiental.
  5. Necesitamos un hombre mentalmente nuevo en un mundo físicamente nuevo. No se puede construir una nueva sociedad basada en el pleno desarrollo de la personalidad humana en un mundo viciado por la contaminación del ambiente exhausto y la sed y enloquecido por el ruido y el hacinamiento. Debemos transformar a las ciudades cárceles del presente en las ciudades jardines del futuro.
  6. El crecimiento de la población debe ser planificado, en lo posible de inmediato, pero a través de métodos que no perjudiquen la salud humana, según las condiciones particulares de cada país (esto no rige para la Argentina, por ejemplo) y en el marco de políticas económicas y sociales globalmente racionales.
  7. La lucha contra la contaminación del ambiente y de la biosfera, contra el despilfarro de los recursos naturales, el ruido y el hacinamiento de las ciudades, debe iniciarse ya a nivel municipal, nacional e internacional. Estos problemas, en el orden internacional, deben pasar a la agenda de las negociaciones entre las grandes potencias y a la vida permanente de la Naciones Unidas con carácter de primera prioridad. Éste, en su conjunto, no es un problema más de la humanidad; es el problema.
  8. Todos estos problemas están ligados de manera indisoluble con la justicia social, el de la soberanía política y la independencia económica del Tercer Mundo, y la distensión y la cooperación internacional.
  9. Muchos de estos problemas deberán ser encarados por encima de las diferencias ideológicas que separan a los individuos dentro de sus sociedades o a los Estados unidos dentro de la comunidad internacional.

 

Nosotros los del tercer mundo

Finalmente deseo hacer algunas consideraciones para nuestros países del Tercer Mundo:

1- Debemos cuidar nuestros recursos naturales con uñas y dientes de la voracidad de los monopolios internacionales que los buscan para alimentar un tipo absurdo de industrialización y desarrollo en los centros de alta tecnología a donde rige la economía de mercado. Ya no puede producirse un aumento en gran escala de la producción alimenticia del Tercer Mundo sin un desarrollo paralelo de las industrias correspondientes .Por eso cada gramo de materia prima que se dejan arrebatar hoy los países del Tercer Mundo equivale a kilos de alimentos que dejarán de producir mañana .

2- De nada vale que evitemos el éxodo de nuestros recursos naturales si seguimos aferrados a métodos de desarrollo, preconizados por esos mismos monopolios, que significan la negación de un uso racional de aquellos recursos.

3- En defensa de sus intereses, los países deben propender a las integraciones regionales y a la acción solidaria.

4- No debe olvidarse que el problema básico de la mayor parte de los países del Tercer Mundo es la ausencia de una auténtica justicia social y de participación popular en la conducción estará en condiciones de enfrentar las angustiosamente difíciles décadas que se avecinan.

La Humanidad debe ponerse en pie de guerra en defensa de sí misma. En esta tarea gigantesca nadie puede quedarse con los brazos cruzados. Por eso convoco a todos los pueblos y gobiernos del mundo a una acción solidaria.

 

ENDEUDADOS HASTA LA ETERNIDAD: ¿Quién y cómo va a pagar esta locura?

En la fracturada década de los años setenta una contrarrevolución en economía restauró las doctrinas neoclásicas prevalecientes antes de la Gran Depresión. Para mediados de los años ochenta, la profesión de economía le había proporcionado las directivas políticas del Occidente y, en particular a las instituciones de Bretton Woods, las justificaciones teóricas para las políticas del monetarismo, la liberalización, la desregulación, la privatización, los presupuestos balanceados y la independencia de los Bancos Centrales.

El capital estaba preparado para agenciarse las ganancias obtenidas por el trabajo en el mundo industrial occidental y usufructuar las políticas de desarrollo del Tercer Mundo. Los años noventa presenciaron crisis económicas y financieras devastadoras, con creciente frecuencia y severidad en América Latina, el sudeste asiático, Rusia, Brasil, Turquía y, de manera más dramática, Argentina. Para 1998, dos décadas de esas políticas habían llevado al mundo al borde de la primera recesión deflacionaria global desde los años treinta. Las economías en desarrollo fueron forzadas a dolorosas devaluaciones debido a la fuga de capitales y la especulación contra sus débiles monedas.

Como en el periodo de entreguerras, cuando la estabilidad del empleo y la gobernabilidad democrática fueron sacrificadas en aras de la estabilidad de las monedas, el sustento económico estaba ahora subordinado a las prescripciones macroeconómicas del Consenso de Washington. Unas complejas disposiciones de las agencias multilaterales estaban diseñadas para proteger a los intereses especiales de los acreedores e inversores de las presiones políticas populares. Las finanzas globales estaban minando las bases de la economía productiva.

Debemos señalar que ahora, como entonces, no hay instituciones internacionales efectivas para negociar el conflicto político y el desorden financiero. Los países sufren implacables presiones para abrirse al comercio y a los flujos de capital, lo que está erosionando la coherencia de las economías nacionales. Los trabajadores y los productores agrícolas están expuestos a la competencia a una escala mundial, lo que conduce a esa baja de salarios y precios de las materias primas para beneficiar a un número relativamente pequeño de grandes corporaciones transnacionales, las cuales controlan el acceso a la tecnología y los mercados. Los países ricos como Canadá ya no pueden sostener más el derecho universal a la educación gratuita y el cuidado de la salud al nivel en que estaban disponibles en una época en la que el PBI per capita era la mitad de lo que es ahora. ¿Por qué? Se nos dice que esto se debe a que necesitamos sacrificar la seguridad social para mantener la competitividad. Los gobiernos libran una competencia abocada a disminuir los impuestos para atraer y mantener a los inversores. La competitividad se ha entronizado como el principal operativo de la política pública.

Conforme la economía mundial se tambalea de una crisis a otra y los ahorros son atraídos a los mercados financieros especulativos, las tasas de crecimiento promedio en el núcleo de la industria del capitalismo están a un nivel históricamente bajo. Durante una década Japón se vio enredado en una trampa de liquidez keynesiana, en la que las tasas de interés cercanas a cero no lograban estimular el consumo y la inversión. Un prolongado auge impulsado por el efecto riqueza de un mercado de acciones próspero en Estados Unidos fue seguido de la liquidación de activos valuados en miles de millones de dólares. Estamos viviendo una pesadilla de Keynes: de una economía casino de capitalistas especuladores y rentistas y la falsa utopía del mercado autorregulado del que habla Polanye. Este orden económico neoliberal favorece a los acreedores sobre los deudores, a las finanzas sobre la producción y el consumo.

Cientos de millones de personas menesterosas en países pobres son simplemente tachadas de superfluas para los requerimientos de la economía capitalista global. El sistema es crónicamente inequitativo y endémicamente inestable. Al final es políticamente insostenible.

Según el último informe del (FMI) Fondo Monetario Internacional, la deuda mundial, tanto pública como privada, alcanzó los u$s 184 billones (nominal), lo que representa un 225% del PBI global. Esto significa que la deuda es más de u$s 86.000 por habitante del planeta, más de 2,5 veces el salario promedio a nivel global. En Argentina, la deuda pública y privada representa el 78% del PBI, que el FMI calcula en u$s 638.000 millones. Estados Unidos, China y Japón ocupan el 1°, 2° y 3° puesto, respectivamente, en el top ten de las economías más grandes.

La deuda china representa el 245% de su PBI, que es (nominal) de u$s 12 billones.

Según el FMI en 2019 el PBI asciende a 84.680.760MS y la deuda total asciende a 67.569.092 MS

En Argentina según ADN del 3/06/2019

Argentina emitió deuda por 187.298 millones de dólares en lo que va de la gestión de Cambiemos, de los cuales el 85,6% fueron colocaciones únicamente del Tesoro Nacional (aproximadamente USD 160.288 millones).

En tan sólo 3 años y 5 meses la Argentina ha tomado deuda por un total de USD 187.298 millones, el 82,3% son colocaciones en moneda extranjera y el 17,7% restante en moneda local.

Han salido del país divisas netas por: U$S 133.313 millones compuestos de la siguiente manera:

La fuga de capitales + Utilidades, Dividendos y Otras Rentas alcanza los 75.260 millones de dólares

La fuga + Turismo alcanza los 99.293 millones de dólares, y

La fuga + Turismo + Intereses de la deuda alcanza los 133.313 millones de dólares.

Lo que producimos está medido en el crecimiento del PBI. Veamos el cuadro histórico y centrémonos en la comparación de estos últimos años.

Y el crecimiento es

EVOLUCION PBI %
1998 3,9
1999 -3,4
2000 -0,8
2001 -4,4
2002 -10,9
2003 8,8
2004 9,0
2005 8,9
2006 8,0
2007 9,0
2008 4,1
2009 -5,9
2010 10,1
2011 6,0
2012 -1,0
2013 2,4
2014 -2,5
2015 2,7
2016 -1,8
2017 2,9
2018 -2,5
2019 -1,4

PBI A PRECIOS CORRIENTES EN MILLONES DE $

Y VARIACIÓN EN DOLARES CON SU COTIZACIÓN  CORRESPONDIENTE

FTE: INDEC

 

2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
$ 485.115 $ 582.538 $ 715.904 $ 896.980 $ 1.149.646 $ 1.247.929 $ 1.661.721 $ 2.179.024
U$S 163.064 U$S 192.257 U$S 233.956 U$S 285.663 U$S 333.313 U$S 327.876 U$S 417.938 U$S 506.397
Cotiz. $/U$S              
$2,975 3,03 3,06 3,14 3,45 3,8 3,976 4,303

 

2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 -Primer Trimestre
$ 2.637.914 $ 3.348.308 $ 4.579.086 $ 5.954.511 $ 8.228.160 $ 10.644.779 $ 14.605.790 $ 17.554.968
U$S 537.253 U$S 514.333 U$S 535.566 U$S 460.519 U$S 516.799 U$S 571.992 U$S 387.936 U$S 402,360
 Cotiz $/U$S              
$ 4,91 6,51 8,55 12,93 15,86 18,61 37,65 43,63

 

VOLVAMOS A LA DEUDA

 

Deuda externa por sector institucional (a valor nominal, 2016-2019, en millones de dólares). Fuente: Indec

A fin de marzo de 2019, el 62% de la deuda corresponde al Gobierno general; el 26% a sociedades no financieras, hogares e ISFLSH (instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares); el 9% al Banco Central; el 2% a las sociedades captadoras de depósitos y el 2% a otras sociedades financieras.

“El stock de deuda externa bruta total con títulos de deuda a valor nominal residual al 31 de marzo de 2019 se estimó en USD 275.828 millones, USD 2.104 millones menor que el trimestre anterior. Esta disminución se debió principalmente a la reducción del valor en dólares de la deuda emitida en pesos“, señala el apartado que detalla el total de lo adeudado por el Estado y los privados del informe oficial.

FORTUNA WEB

Proyecciones de deuda para 2017   U$S 3.441,9 millones

Proyecciones de deuda para 2018    U$S 2.692,85 millones

Proyecciones de deuda para 1er trimestre 2019    U$S 2.841,49 millones

 

Las cifras provisorias del año 2017 indican que la deuda ascendió a U$S 3.441,9, lo que determina que la deuda por habitante se ubique en U$S 1.123.

Para el año 2018 se ha estimado un crecimiento de la deuda a partir de la realización de operaciones de crédito público que rondarán los 15.000 millones de pesos

 

LAS PROVINCIAS NO SE QUEDARON ATRAS

La deuda de las provincias también se incrementó exponencialmente entre 2015 y 2018 hasta que los mercados le cerraron el grifo a Argentina. Medidos en pesos al cambio de septiembre del año pasado, los pasivos provinciales se quintuplicaron en ese período. Por su elevado stock, grado de extranjerización y perfil de vencimiento, las situaciones de Buenos Aires y Córdoba son las más complicadas.

Según un trabajo de Delphos Investment las provincias con mayor peso de deuda en dólares y euros son:

DEUDAS PROV % PESOS % DOLARES
CABA 46 54
SANTA FE 1 99
CORDOBA 5 95
NEUQUEN 30 70
MENDOZA 60 40
BUENOS AIRES 24 76
ENTRE RIOS 41 59
TIERRA DEL FUEGO 45 55
LA RIOJA 34 66
RIO NEGRO 60 40
SALTA 51 49
CHACO 65 35
CHUBUT 14 86
JUJUY 58 42

 

EN PROVINCIA DE BUENOS AIRES

En la provincia de Buenos Aires, en 2015 el endeudamiento público representaba el 6% del Producto Bruto Geográfico (PBG) y estaba nominado en un 58% en moneda extranjera (5.419 millones de dólares) y un 42% en pesos (equivalentes a 3.943 millones de dólares), totalizando unos 9.362 millones de dólares”.

Según la información oficial, al 31 de diciembre de 2018 la deuda pública estimada de la provincia de Buenos Aires se ubicó en 12.584,4 millones de dólares al tipo de cambio de cierre 2018, lo que representa un incremento del 34,4% respecto del stock de deuda registrado al cierre de diciembre de 2015 y una caída de 7,8% respecto al stock de cierre de 2017.

El stock de deuda informado al 31 de diciembre 2018, entonces, es de 474.431 millones de pesos (u$s 12.584,4 millones), lo que significa un incremento de 91.721 millones de pesos en tres meses

El principal canal de financiación fue la emisión de bonos tanto en pesos como en dólares. El ránking de endeudamiento a través de esta vía lo lideró cómodamente Buenos Aires, que la amplió en $363.010 millones (743%), medida al tipo de cambio de septiembre de 2018. La siguieron Córdoba, que incrementó su stock de títulos en $75.167 millones (1.358%); y la CABA, $66.045 millones (448%).

Cronología de la deuda libro “No Robarás…”,  3ra edición 2018

1866-1972      millones de dólares            1.524

1973-1975           “                 “                 4.524

1976-1983            “                 “              41.824

1984-1988           “                     “           55.424

1989-1999            “                     “        142.943

2000—2001         “                       “       145.500

2002-2003            “                       “       178.500

2004 -2015          “                       “        222.700

2018/2019          “                    “            389.225

 

INFORMACION EXTRACTADA DEL OBSERVATORIO FISCAL FEDERAL

Deuda Pública Nacional           millones de dólares                     351.452.000.000

Deuda Provincial                             “                                             37.773.000.000

 

Y COMO COMENZÓ ESTA HISTORIA.

1er empréstito del 1 de julio de 1824, siendo gobernador de Buenos Aires Martín Rodríguez y ministro de Gobierno Bernardino Rivadavia, se firma con la Casa Baring Brothers un empréstito de 1.000.000 de libras esterlinas.

El libre mercado para el dinero era por supuesto más antiguo: se situaba en la época de la abolición de las leyes que prohibían la usura, considerada pecaminosa por la doctrina cristiana. Junto a los mercados de trabajo de tierra y de dinero tuvieron el efecto de desincrustar a la economía de la sociedad. La economía asumió vida por sí misma y la sociedad fue reconfigurada para servir a los requerimientos de la economía. Esto era un estado de cosas muy extraño e históricamente sin precedentes, si bien todo ello liberó una enorme energía de crecimiento económico.

Respecto a la crisis de los años 30, que a su vez arrastró una crisis de la libra esterlina y el patrón oro, generó una determinada perspectiva de los países pequeños y débiles de Europa central ligados por lazos de crédito a la City de Londres y a la Bolsa de París. Los financieros u occidentales podían demandar cortes presupuestales, acabar con los programas públicos y despedir a los funcionarios, al igual que los países endeudados del Tercer Mundo hoy día están sujetos al tutelaje del FMI y del Banco Mundial.

 

  1. a) UNA FRUTILLA PARA EL POSTRE:

Según datos oficiales del propio gobierno, el resultado neto de las metas fiscales del primer semestre de 2019 fue el siguiente:

El superávit primario fue de 30.221 millones de pesos.

El resultado financiero arrojó un déficit de 287.202 millones de pesos, luego de haberse pagado intereses por 317.423 millones, más del doble que en el primer semestre del año pasado. Es decir, pago de intereses (- 317.423 millones) + superávit primario (30.221 millones) da un déficit de  -287.202.

– Los intereses de 317.423 millones es el 1,5% del PBI, diez veces el superávit primario. En el mismo período del año pasado, los intereses habían sido de 145.362 millones y equivalían a 1 % del PBI.

– Los intereses que paga la Nación son la tercera parte que necesita la provincia de Buenos Aires para todo el presupuesto del año 2019.

– De acuerdo al último informe de deuda pública de la provincia de Buenos Aires, correspondiente al 31 de marzo de 2019, el monto total alcanzaba los 518.429 millones de pesos, lo cual representa el 9,3 por ciento del producto bruto geográfico. Al cierre del año 2015, esa proporción era del 5,9 por ciento, lo cual brinda una dimensión de la expansión de la deuda de la provincia, pese al retroceso en el nivel de actividad económica en el mismo período (Raúl Delatorre, “Uno peor que la otra”, en Página12, edición del 14 de julio de 2019)

 

  1. b) OTRA FRUTILLA PARA EL POSTRE: Más endeudamiento externo para beneficio del sector privado

El 11 de julio los medios de comunicación informaron que el directorio del Banco Mundial aprobó un nuevo financiamiento a nuestro país de 500 millones de dólares, “para apoyar a la Argentina en su proceso de recuperación económica con el fin de promover un crecimiento inclusivo liderado por el sector privado”, dando a conocer que este apoyo al presupuesto nacional completa un primer desembolso por la misma suma, efectuado en noviembre de 2018.

El proyecto está destinado a “consolidar las bases para el crecimiento liderado por el sector privado” y “fortalecer las redes de protección social y la equidad de la política fiscal”.

El fortalecimiento de las redes de protección social busca “mitigar los impactos inflacionarios al mantener el poder adquisitivo de programas sociales como la Asignación Universal por Hijo” y apoyar “los esfuerzos por brindar servicios de salud de manera equitativa en las provincias”

Este nuevo financiamiento es reembolsable en 32 años, con un período de gracia de 7 años.

(Ver: https://www.infobae.com/economia/finanzas-y-negocios/2019/07/11/el-banco-mundial-aprobo-un-credito-para-la-argentina-por-usd-500-millones/

Esta información confirma que hasta ahora el crecimiento económico ha sido excluyente o exclusivo, sólo para pocos, y que como en gran parte de nuestra historia política y económica, el Estado argentino se endeuda externamente para promover el crecimiento económico del sector privado. Nada nuevo bajo el sol.

Y de pasada esta información también confirma que la famosa Asignación Universal por Hijo no se nutre de fondos públicos genuinos sino que forma parte de la deuda externa contraída con el Banco Mundial, ya desde los mismo inicios del plan, y es constantemente sostenida por la entidad bancaria: para la creación de la AUH, “el Gobierno argentino recurrió a la asistencia del BM. A través del préstamo LN 7703-AR6, el Banco otorgó 450 millones de dólares para financiar la implementación de la AUH (según informara en ese momento el mismo Banco, en http://go.worldbank.org/VTF6V1O8W0), entre otras medidas de protección social, y en marzo de 2011 otorgó un préstamo adicional de 480 millones de dólares, tal como está detallado en la investigación de Horacio Javier Etchichury, “El Banco Mundial y las políticas sociales argentinas: la Asignación Universal por Hijo desde una perspectiva de derechos humanos”, en Revista Electrónica del Instituto de Investigaciones “Ambrosio L. Gioja”, Año VII, n. 11, 2013.

Es decir, el Estado nacional “atiende” a los pobres y necesitados con deuda externa, o dicho de otra manera, todos los que reciben la Asignación Universal por Hijo en realidad toman deuda con el Banco Mundial, que no pagarán ellos -porque no pueden- sino quienes puedan asumir esa deuda.

 

-Fuentes y gráficos extractados del Indec, Ministerio de Hacienda,

-El Cronista, “Economía y Política J. P. Morgan mayo de 2019

-Kari Polanyi Levitt, “De la gran transformación a la gran financiarización”, publicado en Bae Negocios, marzo de 2019, pp. 128, 129-130, 182 y 190.

Mabel Stella Secretaria de Formación

José Arturo Quarracino Secretario Político

Juan Carlos Vacarezza Secretario General

 

[Publicado en Política del Sur, 16 de julio de 2019, Año 13 No. 600]

 

¿POR QUÉ SE MERCANTILIZA Y SE CORROMPE LA POLÍTICA?

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Una máxima famosa expresada en los evangelios, en boca de Jesucristo, es que “no se puede servir a dos señores: a Dios o al dinero”. Significa que el que quiere acumular riquezas no puede vivir al servicio de Dios, y el que quiere servir a Dios no debe pretender hacerse rico.

No sólo en el mundo bíblico se piensa de esta manera. El famoso filósofo ateniense Platón escribió un famoso texto sobre la organización de la vida comunitaria, La República, en el que expresa que, para impedir que los gobernantes se corrompan y utilicen sus cargos para enriquecerse personalmente, no debían tener posesiones, propiedades ni riquezas, para no tentarse en el ejercicio de la función pública. Su subsistencia individual la garantizaba el Estado, pero no podían tener nada a su nombre ni considerarlo propio. La polis, la comunidad en su conjunto, formaba en la virtud y en la moral a los candidatos a gobernantes, para que administraran con justicia, pensando siempre en el bien de los gobernados y de la comunidad toda.

Refiriéndonos solamente a nuestra historia patria, tenemos numerosos ejemplos de varones y mujeres de nuestra tierra que vivieron en forma acorde a lo expresado líneas arriba. José Artigas, Manuel Belgrano, José de San Martín, Juan Manuel de Rosas, Manuel Dorrego, María de la Paz y Figueroa, Juana Azurduy de Padilla, Manuela Pedraza, Martina Céspedes, Ángel Vicente Peñaloza, Felipe Varela, Juan Bautista Alberdi, Leandro Alem, Lisandro de la Torre, Hipólito Yrigoyen, Arturo Illía, Juan Domingo Perón, entre otros. En todos estos casos, estas grandes personalidades históricas terminaron su vida pública con mucha menos riqueza que la que tenían al comienzo de su actividad política. Ejemplo paradigmático fue el Brigadier General Juan Manuel de Rosas, quien ya era muy rico al llegar al cargo de Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, a la que administró sin desviar un solo peso en beneficio personal suyo, tal como constataron sus enemigos luego de la derrota en Caseros en 1852.

En líneas generales, todas estas figuras nacionales recibieron como pago por su servicio a la patria la muerte, la pérdida de sus bienes y el exilio.

Distinta fue la actitud de un sector minúsculo –la oligarquía vernácula- pero poderoso de la sociedad argentina, subordinado históricamente al poder económico internacional angloamericano y que supo adueñarse del manejo del Estado para someter servilmente la Argentina a los intereses políticos-económicos de ese poder extranjero imperialista.

Para decirlo suavemente, uno de los mayores déficits que presenta la democracia post-Proceso, a partir de 1983, ha sido el predominio directo e indirecto de este sector oligárquico en la vida política nacional, que ha provocado la restauración de la condición colonial de nuestro país, el saqueo del Estado en beneficio de unos pocos y el empobrecimiento de la mayoría del pueblo, gran parte del mismo viviendo en condiciones miserables, a pesar de las “bondades” de una democracia “renga” o falsa. Decimos democracia “renga” o falsa ya que no sólo ha sido incapaz de extirpar la matriz económico-financiera instaurada por el Proceso cívico-militar iniciado en 1976, sino que además ha dejado intacto el corpus jurídico-legal que lo sustentó. Prueba de ello es que en los 32 años de vida “democrática” sigue vigente, vivita y coleando la Ley de Entidades Financieras 21526/77, sancionada el 14 de febrero de 1977 por Jorge Videla, José A. Martínez de Hoz y Julio Gómez. Democracia “renga” o falsa que ha elevado a niveles catastróficos e inverosímiles, imposible de pagar, una deuda pública externa e interna que consume todos los años el trabajo, la riqueza y el ahorro de todo el pueblo argentino.

Salvo honrosas y mínimas excepciones, la dirigencia política “nacional y popular”, “democrática” y progresista se ha sometido a las delicias crematísticas que el poder oligarca sabe compartir, en mínimas cantidades cuando se las compara con las cifras que saben rapiñar de las arcas públicas. En vez de combatir la injusticia social y el neocolonialismo instaurados estas últimas décadas, esa dirigencia se asoció en lo que podría calificarse como administración de la decadencia. No hay ningún dato económico que muestre una mejoría respecto al nivel de vida de las décadas 1970-1980: desde 1983 a la fecha nunca se logró que el salario real alcanzara el nivel de 1974; en los dorados años “nac&pop” los asentamientos-villas miserias se centuplicaron, a pesar del crecimiento económico declamado; el cacareado “modelo productivo de matriz diversificada con inclusión social” vivió exclusivamente de los ingresos de la soja y del endeudamiento externo.

En nombre del radicalismo y del peronismo la Argentina ha retrocedido a la condición que padecía en los años previos al surgimiento del peronismo. El mismo juicio formulado por Raúl Scalabrini Ortiz en 1936 (Política británica en el Río de la Plata) respecto a la Argentina sigue vigente hoy, 80 años después: menos de diez empresas manejan el comercio exterior argentino, los argentinos no somos dueños de nada, más de la mitad del país está en manos de empresas e individuos extranjeros (mayormente británicos) y los que habitamos en este suelo patrio ignoramos totalmente lo que pasa realmente en la vida económica nacional. En palabras de Scalabrini Ortiz, está sabiamente organizada la ignorancia de lo que nos pasa y de hacia dónde vamos. Por eso hoy, casi en su totalidad, la dirigencia nacional no piensa en una revolución que vuelva a dignificar a los trabajadores, forjar una nueva independencia económica y reinstaurar una nueva Justicia social. Sólo piensa en “gestionar”, que en buen romance significa muchas veces hacer negocios desde la administración pública. Por eso muchos “gestionadores” han alcanzado en la función pública un nivel de ingresos y de vida increíble e inexplicable.

Por primera vez en la historia argentina, la oligarquía portuaria y prebendaria llegó al gobierno por medio de los votos, gracias a los desastres seriales provocados por la “guerrilla nac&pop” de Puerto Madero-El Calafate y sus “comandantes de la obra pública y de la evasión fiscal”. Gracias a ello, hoy nos gobierna un presidente nacido en cuna de oro, que nunca pasó necesidades, cuya familia creció gracias a los negocios del Proceso y de la Democracia, que nos dice que “para salir de la pobreza hay que crecer durante 20 años”, cosa que no han hecho sus amigos y parientes, enriquecidos con la obra pública en menos de una década. Gobiernan los gerentes de multinacionales y las familias con empresas formadoras de precios, que subsidian a empresarios siempre oficialistas (presentes en todos los gobiernos, desde el Proceso hasta ahora, privatistas a la hora de los negocios con beneficios pero estatistas cuando sufren pérdidas), mientras les imponen ajustes a la mayoría del pueblo. Una muestra de cómo “cuidan la transparencia”: mientras el proyecto del muro Estados Unidos-México tiene un costo de 40 mil millones de dólares para una extensión de 1.600 km., el proyecto del soterramiento del tren Sarmiento nos costará 10 mil millones de dólares, para una extensión de 40 km. ¿Hace falta decir que la principal empresa beneficiaria de esta obra es aquélla cuyo dueño es el primo presidencial? En el ajuste tarifario de la luz de estos días, tanto Clarín como La Nación destacaron que “las empresas recibieron un aumento mayor al que esperaban” y que así “mejoraron sus balances”. ¿Hace falta decir que el socio y administrador de la fortuna presidencial, el señor Nicolás Caputo, es accionista de Edesur, y que el señor Marcelo Midlin, con su empresa Pampa Energy (socia del Consejo de las Américas), es uno de los dueños de Edenor? Y después nos quieren hacer creer que no gobiernan para los ricos.

Para no ser menos, varios ministros y sus empresas familiares se quedan con los mejores negocios de exportación (por ejemplo, la familia Braun, con la cuota Hilton de exportación de carne) o con grandes empresas productora de alimentos (por ejemplo, la familia Bosch, flamante dueña de la pollera Cresta Roja).

Como se puede apreciar, el Estado de Bienestar ha estado y está siempre presente: o a favor del pueblo (cuando gobernó Perón) o a favor de la oligarquía portuaria (ya sea con gobiernos neoliberales o progresistas, lo mismo da).

¿Qué hacer ante tanta mediocridad reinante? La misma situación padeció en el siglo I a. C. el imperio romano, en el cual muchas veces gobernaban los incapaces, los mediocres y los ineptos. Ante el pretexto del no compromiso en la vida pública, a causa del predominio de personajes no dignos de ejercer cargos públicos, el gran escritor y político Marco Tulio Cicerón responde que “los hombres honestos, enérgicos y dotados de valor no tienen causa más justa para participar en la vida política que el no vivir sometidos a los canallas, y no permitir que el Estado [la Patria] sea deshecho por ellos”. Pero esta participación rechaza el obrar impulsivo, reclama la capacitación y la formación serias: “no se puede acudir de improviso y cuando se quiere en defensa del Estado, aunque se vea cercado de peligros, si no estás en condiciones de hacerlo” (Sobre la República, Libro I).

Es que en última instancia, “un pueblo en el que se debilita la idea mística de patria, desaparece de la historia sin ni siquiera tener tiempo de recorrer las etapas de su decadencia”, tal como afirma el sociólogo y físico francés Gustave Le Bon.

 

José A. Quarracino                                           Juan Carlos Vacarezza

Secretario Político                                                           Secretario General

Movimiento “Primero la Patria”

 

[Publicado en Política del Sur, 15 de febrero de 2016, Año 10 No. 523]

¿QUÉ TE PASA, ARGENTINA, QUE NO ENCONTRÁS EL RUMBO?

En su retorno en 1972, luego del infame exilio que sufrió durante 18 años, Juan Domingo Perón sostuvo que el problema más grave que enfrentaba la Argentina de ese entonces era la destrucción del hombre, y después la destrucción del Estado. Para el gran estadista que era, el problema de fondo no eran los datos políticos ni económicos, sino la degradación espiritual y cultural que habían sufrido los argentinos y sus instituciones fundamentales.

Esa destrucción fue el fruto de las acciones que el poder político y económico británico –el verdadero autor y promotor de la contrarrevolución de 1955- había llevado a cabo para destruir la obra de gobierno peronista, que no sólo había promovido el crecimiento económico del país sino también su desarrollo social con justicia, todo ello sin endeudarse en lo más mínimo con el poder financiero internacional. Ese intento destructor británico resultó infructuoso en su aspecto material, de tal forma que el historiador anglo-canadiense Henry Stanley Ferns sostuvo que “sólo una guerra civil devastadora podía derribar la obra revolucionaria de Perón” (La Argentina, Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1969, pp. 246-247). Pero sí fue exitoso en el debilitamiento cultural y espiritual de muchos miembros de la comunidad nacional, al sembrar incertidumbre, escepticismo en las propias fuerzas y olvido de las grandes causas que ennoblecen al ser humano y a los pueblos.

Para solucionar esa destrucción humana y estatal Perón propuso la unión nacional y la revolución en paz “sin que cueste la vida de un solo argentino” para reencauzar a la Argentina a su destino histórico. Aún habiendo obtenido el 62,9% de los votos del padrón electoral en las elecciones de setiembre de 1973, convocó a tal fin a la casi totalidad de las fuerzas políticas nacionales para que colaboraran con la tarea de liberación y reconstrucción de la Nación, resaltando, entre otras cosas, que “para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino”.

Perón ante la gloria

Luego de la muerte de Perón, el “matrimonio” entre el capital industrial-financiero multinacional y la ultraizquierda antiperonista en sus distintas versiones dio paso al nefasto Proceso cívico-militar de 1976, cuya autoría y paternidad corresponde al clan Rockefeller y al sistema de poder mundial que impulsó en 1973 con la conformación de la Comisión Trilateral. Este Proceso encaró con éxito la profecía del historiador citado, retrotrayendo a la Argentina a la situación neocolonial imperante hasta el 3 de junio de 1943 y encarando sin éxito la desaparición del Peronismo.

La restauración “democrática” de 1983 en adelante y en sus diversas variantes social-demócratas y liberales fue impotente e incapaz de recuperar la Argentina industrial y soberana instaurada por el Peronismo, más bien “se asoció” al gerenciamiento neocolonial impuesto a nuestra Patria. Prueba de ello es que las leyes ultraliberales implementadas por el Proceso (por ejemplo, la Ley de Entidades Financieras promulgada por Videla-Martínez de Hoz en 1977), las políticas desindustrializadoras y privatizadoras, la concentración y extranjerización económicas, nunca fueron revertidas, a pesar de los 32 años “democráticos” transcurridos. En última instancia, el “progreso revolucionario” impulsado se limitó a reemplazar el pleno empleo por la limosna clientelar, a promover asentamientos humanos en basurales contaminados e infectados, a asegurar ganancias extraordinarias a las multinacionales petroleras y mineras, a darle independencia plena de acción al poder financiero (local e internacional), a incrementar la deuda pública externa a niveles impagables, etc. Pero mucho peor fue la impotencia de gran parte de la dirigencia política (a veces acompañada de complicidad) de impedir la degradación de los valores morales y éticos fundantes del obrar político, la intención de imponer un falso conflicto ideológico entre “izquierda” y “derecha” y la pasividad frente a la agresión del narcotráfico y de su invasión en todos los sectores de la sociedad.

Todo esto contribuyó a que se agravara el diagnóstico de Perón respecto a la destrucción del hombre y del Estado. Una muestra visible de ello es que frente a los 12 años de gobierno peronista que erradicaron la miseria institucionalizada impuesta por gobiernos liberales extranjerizantes y edificaron una Argentina próspera, justa y digna, los últimos 32 años de gobiernos “democráticos” no han transformado ni erradicado la Argentina recolonizada por el poder financiero internacional, sino que la han consolidado en forma por demás paradójica, con un 30% de pobreza prácticamente estructural, pero con dirigentes políticos y testaferros enriquecidos a más no poder en el lapso de muy pocos años, ante la mirada cómplice y la pasividad culposa de gran parte de la comunidad argentina.

De muchas maneras se destruye espiritualmente al ser humano: Quitándole toda esperanza de progreso posible, convirtiéndolo en un ser individualista ajeno e indiferente al destino común, desarraigándolo de sus raíces históricas. De la misma manera se destruye o degrada el alma de un pueblo.

En este contexto, la Argentina parece haber perdido el rumbo y el sentido de su destino histórico, al verse maltratada por gerenciadores de la política y por advenedizos sin escrúpulos que la llevan a padecer constantemente crisis recurrentes, cada 10-11 años. Pero esta decadencia no es irreversible. Bien podemos los argentinos y nuestra Patria vivir una vida digna, fieles a nuestra tradición histórica, rescatando y recreando los principios y postulados doctrinales que sustentaron la obra de gobierno peronista y la planificación que la hizo posible. Así como en 1945 el pueblo se hizo presente en la historia rescatando a Perón de la prisión, hoy se impone rescatar a Perón de la prisión histórica a la que lo ha sometido una dirigencia incapaz de toda grandeza. O los argentinos nos abrazamos a una Causa que nos permita recorrer un camino de grandeza o nos veremos condenados a sufrir el destino que otros decidan para nosotros.

José A. Quarracino                                               Juan Carlos Vacarezza

Subcoordinador general                                         Coordinador General

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[Publicado en Política del Sur, 4 de octubre de 2016, Año 10 No. 511]

DIOS ESCRIBE DERECHO EN RENGLONES TORCIDOS Y ABRE EL CAMINO

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Desde la perspectiva histórica, está profusamente documentada la presencia del cristianismo como fundamento de la conformación social y política de la América española a lo largo de todo su devenir. Es bien conocida la profunda devoción religiosa que animó a los Padres de la Patria –José Artigas, Santiago de Liniers, José de san Martín, Manuel Belgrano, Martín Miguel de Güemes, Manuel Dorrego, Guillermo Brown, Juan Manuel de Rosas, Facundo Quiroga, los constituyentes de Tucumán, etc.- y a los pueblos del Interior en sus luchas por forjar una Argentina independiente.

Fiel a esta tradición histórica, el peronismo significó la expresión más concreta y lograda de esa unidad de la fe religiosa con la vida política, al ser configurado por su fundador como una “nueva filosofía de la vida, simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista”.

En la perspectiva de la Iglesia Católica, desde el papado de León XIII en adelante hasta nuestros días ha sido sistemática la ratificación efectuada por todos los pontífices, en su magisterio, de la proyección de la doctrina cristiana en la esfera pública, como sustento de la vida política de las comunidades humanas. Basta recordar las célebres palabras del papa Pío XII al decir que la acción política es la forma más excelsa de practicar la caridad, o las más actuales de Francisco, al decir que la política es una “altísima vocación, una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común” (Evangelii Gaudium n. 205).

La criminal conducta del ex secretario de Obras Públicas de la Nación, el “señor” José Francisco López, al pretender esconder en un monasterio una millonaria cantidad de dinero del cual no podía justificar su posesión, no sólo constituyó un bochornoso (¿y pornográfico?) espectáculo que casi convirtió a una casa religiosa en un tugurio o un aguantadero. Significó también un acto de prostitución de la política, al convertir a ésta en muestra evidente e innegable de una actividad criminal al más alto nivel, la apropiación de fondos públicos nacionales en un “sistema recaudatorio de acumulación” (Jorge Asís dixit).

Con esta acción criminal prostituyente, el señor López ha confirmado que el “proyecto político” por él invocado ha sido en esencia un progresismo trucho, una forma sutil de antiperonismo o la antiperonización del peronismo. Confirma que el auto-proclamado “mejor gobierno de la historia argentina” ha prostituido las banderas más nobles de la historia nacional y ha dejado en el más absoluto ridículo a toda una franja del pueblo argentino que creyó realmente que estaba en presencia de un liderazgo “revolucionario” nac&pop, que en realidad sólo es un fenómeno delictivo (nuevamente Jorge Asís dixit), una versión siglo XXI de la política liberal-oligarca de apropiación, apoderamiento y uso del Estado para enriquecimiento de un minúsculo grupo de incultos, soberbios y vulgares patrones de estancia.

Pero como dice la sabiduría popular, no hay mal que por bien no venga. Frente a un gobierno de vocación liberal que ha encarado un ajuste económico, que si bien era necesario hace recaer todo el esfuerzo y el peso de la carga en quienes son los eslabones más débiles de la comunidad (al mismo tiempo que posibilita el enriquecimiento de los más ricos, muchos de ellos funcionarios de gobierno, y reforzando el crónico endeudamiento externo esclavizante), y frente al derrumbe de un seudo-peronismo saqueador del Estado, se abre un amplio camino de posibilidad de reconstrucción nacional, en la que todos los argentinos de bien nos unamos firmemente y luchemos por la salvación de nuestra querida Argentina, gravemente comprometida en su destino por la depredación y el saqueo a la que la ha sometido ininterrumpidamente el imperialismo internacional del dinero desde el año 1976 hasta ahora, mediante un electoralismo que sólo ha promovido administradores de nuestra decadencia y de la entrega de nuestros recursos, salvo alguna que otra excepción.

 

 

José Arturo Quarracino                    Juan Carlos Vacarezza

Sub-coordinador general           Coordinador General

MOVIMIENTO “PRIMERO LA PATRIA”

 

[Publicado en Política del Sur, 21 de junio de 2016, Año 10 No. 498]

Derrota cultural del Movimiento Nacional. Culpables se hacen los distraídos

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A causa de una citación judicial, Cristina Elisabet Fernández de Kirchner debió visitar uno de los tribunales federales de Comodoro Py. Muy rápida de reflejos, la ex presidente respondió con un acto político a la requisitoria judicial. Como se pudo apreciar, en dicho acto hizo gala de su tendencia a falsear la historia y manipularla a su favor, al comparar su situación actual con los derrocamientos y persecuciones sufridos por Hipólito Yrigoyen en 1930 y por Juan Domingo Perón en 1955. Ella no fue derrocada, en todo caso su candidato fue derrotado en las urnas, y a ella tampoco la están juzgando comisiones especiales anticonstitucionales, sino los juzgados naturales que han recibido denuncias –mientras ella ejercía la primera magistratura- que se han llenado de documentación respaldatoria.

Como ha hecho en ocasiones anteriores, la ex presidente se ha aferrado a la figura de Juan Domingo Perón como última tabla de salvación, cuando “las papas queman”, porque en general el gran líder argentino ha sido un convidado de piedra y un ignorado en esta “revolución imaginaria” llevada a cabo por el kirchnerismo, que después de 12 años de administración gubernamental ha dejado la economía del país en manos de las grandes corporaciones angloamericanas controladas por la dinastía Rockefeller (vía Consejo de las Américas), ha gobernado con las leyes matrices del Proceso de Reorganización Nacional, puso al Barclays Bank como organizador y garante de los canjes de deuda externa de 2005 y 2010,  y ha elevado a colaboradores de las últimas dictaduras militares –por ejemplo, Horacio Verbitsky, Eugenio Zaffaroni- a “modelos de la democracia”. La señora de Kirchner se pone al lado de Perón, pero rodeada de una dirigencia en su mayoría visceral e históricamente antiperonista, políticamente impresentable y piantavotos, cuyo único aporte a la democracia ha sido la de levantar obedientemente la mano para satisfacer los caprichos de su jefa.

Pero aún con su poder político sumamente debilitado y con un “estado mayor” que representa una armada Brancaleone del terror, la señora Cristina Elisabet de Kirchner todavía despierta sentimientos de fuerte adhesión y respaldo en gran parte de la población más castigada y postergada de nuestra comunidad nacional, y enfervoriza también a un número importante de jóvenes de nuestro sufrido conurbano.

Pero lo grave de la jornada del 13 de abril es que ante esta usurpación y apropiación de la figura y de la memoria de Juan Domingo Perón (y del ninguneo histórico al que ha sido sometida María Estela Martínez de Perón, última presidente constitucional derrocada), el supuesto “peronismo” no kirchnerista aferrado a un sarcófago electoralista no ha salido a responder esta provocación de la ex presidente. Y no ha salido a responder porque evidentemente no tiene nada para decir. ¿Qué puede decir este “peronismo” no-K si sólo encuentra su unidad en las figuras de un delegado de las mineras angloamericanas en las provincias del noroeste y de un alfonsinista-menemista reciclado en vaciador de la Provincia de Buenos Aires? Al igual que la ex presidente, este “peronismo” sólo recurre a la figura de Perón para llenar un vacío discursivo o para justificar una operación de marketing político, y nada más.

Este “peronismo” renovado y decente no convoca ni entusiasma, no le habla al pueblo ni a los jóvenes sino que sólo se preocupa de “hablarle a la gente”, de “ser pluralista, dialoguista, tolerante”, “de ser una oposición constructiva”, etc., ante un gobierno de tecnócratas tamizados por ondas de amor y de paz que sólo se ha ocupado de atender las “necesidades básicas satisfechas” de los ricos y de las corporaciones.

Esta dirigencia política y sindical no-K ha echado al olvido el mandato de Perón de prolongar en el tiempo la proyección revolucionaria de su obra. Ocupada como está en crear empresas offshore en paraísos fiscales (¿cuándo Perón y Eva necesitaron derivar fondos fuera del país?), no sólo ha olvidado sino que también se ha ocupado en impedir que el Movimiento Nacional recreara y restaurara las Escuelas de Formación Política y Sindical con las que Perón impulsaba la promoción. Creen que capacitar dirigentes es hacer cursos de liderazgo y de dinámica de grupos, o de contratar a “especialistas” afroamericanos para enseñar a jóvenes y mujeres “técnicas de empoderamiento”. A ninguno de estos dirigentes se les ocurre formar a las nuevas generaciones en Historia nacional, Historia del Sindicalismo, la Tradición cristiana y humanismo del Peronismo, ni mucho menos les interesa hacer conocer a sus dirigidos Conducción Política, Doctrina Nacional o el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional. ¿Tienen miedo que Juan Perón se transforme en el conductor real de sus dirigidos?

Perón y la cultura hispánica

Frente a la defección de esta dirigencia aburguesada y envejecida espiritualmente, culpable y responsable de esta derrota cultural que sufrimos hoy los argentinos, y frente al intento imperialista de seguir manteniendo abierto el enfrentamiento fratricida, se nos plantea de nuevo la empresa de forjar la unión nacional, como condición indispensable para hacer de la Argentina una comunidad organizada e integrada, en la que todos seamos artífices del destino común. No necesitamos ni iluminados del mundo de las finanzas ni hoteleros exitosos. Todo está escrito. Sólo es cuestión de decidir ser libres o esclavos.

 

José Arturo Quarracino                   Juan Carlos Vacarezza

Sub-coordinador general                       Coordinador General

MOVIMIENTO “PRIMERO LA PATRIA”

 

[Publicado en Política del Sur, 19 de abril de 2016, Año 10 No. 489]

PERONISMO O KIRCHNERISMO, ESA ES LA CUESTIÓN

Movimiento Primero la Patria_Logo-BannerDías pasados, el dirigente político Fernando “Chino” Navarro declaró que la fuerza política que él integra “está obligada a construir unidad” entre el peronismo y el kirchnerismo, porque “el peronismo sin el conjunto del kirchnerismo no va a volver a ser mayoría, y que el kirchnerismo sin el peronismo no construirá tampoco mayoría”.

Evidentemente, el señor Navarro sabe que el peronismo y el kirchnerismo son dos realidades absolutamente distintas, que deberían unirse para “volver a ser mayoría” y así ganar elecciones. Pero con esto confunde lo táctico –lo electoral- con lo estratégico –el proyecto revolucionario que transforma a una sociedad. En esa confusión, pretende unir dos realidades que se han mostrado distintas y antagónicas, más allá de la “unidad” forjada en estos últimos 12 años a golpes de látigo y chequera por un lado, y sumisión rastrera por parte de cierta dirigencia política, que convirtió al peronismo en una franquicia para hacer negocios millonarios.

Perón y Evita liberaron al país de las garras de la dominación económica, financiera y política llevada a cabo por Gran Bretaña durante más de un siglo; consolidaron la industrialización nacional; forjaron la unidad del movimiento obrero; dignificaron a los trabajadores; promovieron la movilidad social ascendente; rescataron la deuda externa; se mantuvieron fuera de las garras del poder financiero internacional e hicieron del arte de la conducción política un acto de servicio sagrado, a favor de la Nación y del pueblo argentino, hasta el último minuto de sus vidas. No se hicieron millonarios trabajando en la función pública, sino todo lo contrario.

Perón ante la gloriaEn forma totalmente inversa, en sus 12 años de gestión el kirchnerismo gobernó apoyándose en las leyes económico-financieras del Proceso de 1976, concentró y extranjerizó la economía como en los peores momentos de nuestra historia (como lo ha reconocido en estos días su “vocero” Página12), avaló y duplicó la fraudulenta deuda pública externa, utilizando las reservas del Banco Central, afianzó el esquema agro-exportador dependiente de insumos industriales extranjeros, hizo del subsidio y clientelismo una política de Estado, incrementó la existencia de asentamientos urbanos, etc. Y sus dos máximos dirigentes hicieron de la función pública la fuente de su descomunal e inexplicable enriquecimiento personal. Pretendieron ser los jefes máximos de un movimiento superador del peronismo, promoviendo dirigentes extraños al movimiento nacional o decididamente antiperonistas (Amado Boudou, Martín Sabatella, Carlos Zanini, Carlos Heller, Diana Conti, Axel Kicillof, etc.), para terminar siendo los gestores de una derrota electoral sin atenuantes frente a una fuerza política local de reciente formación, mientras que Perón se cansó de ganar elecciones, incluso desde el exilio.

Al poner en paralelo un discurso de Perón y otro del matrimonio santacruceño, se percibe muy bien la diferencia entre la doctrina de vida predicada por un conductor político que sigue enseñando desde la eternidad y la vanidosa actitud auto-referencial vacía de contenido de quienes se creyeron los gestores de una revolución que sólo existió en su imaginación.

Señor Navarro: el peronismo no es un movimiento conservador que encajona la doctrina en formas rígidas, ni tampoco es un movimiento progresista que habla hasta vaciar la doctrina de contenido. Es ortodoxamente humanista y cristiano.

 

José Arturo Quarracino                       Juan Carlos Vacarezza

Sub-coordinador general                     Coordinador General

24 de Marzo – “Conmemoración”, olvido y esquizofrenia

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En la vida de los pueblos se han festejado siempre las fechas o acontecimientos que han significado un hito o punto de partida de su crecimiento moral y material. ¿Qué sentido tiene “conmemorar” una derrota? Hacer un culto de la derrota, Convertir en un feriado una fecha que envilece sólo sirve para deprimir y mantener vivo el mal que paraliza y que hace retroceder: no es criticando lo malo lo que fortalece y hace progresar, sino la exaltación y reafirmación de los valores y virtudes que le dan sentido a la vida en comunidad.

Una vez más, se ha “conmemorado” en nuestro país, por parte del progresismo y del izquierdismo en general, el infausto y criminal golpe de Estado de 1976, pero evitando toda mención a quien y quienes fueron derrocados, extorsionados y secuestrados el 24 de marzo de ese año, que fueron el gobierno democrático de María Estela Martínez de Perón y multitud de funcionarios y dirigentes políticos y sindicales. Se repudia el golpe y sus autores, pero nada se dice de los “motivos y pretextos” (Doctor Julio Carlos González dixit) que hicieron posible ese crimen, ni tampoco de lo que significó históricamente esa asonada.

En esta “conmemoración” se olvida que el objetivo del golpe cívico-militar fue el de hacer involucionar la Argentina hacia la “Década Infame”, retornar a la Argentina previa a la aparición de Juan Domingo Perón y su obra revolucionaria de gobierno. Dos meses antes del golpe lo había preanunciado la presidente de la Nación: “no vienen por mí ni por el gobierno, quieren derrumbar las chimeneas y las fábricas que levantó Perón”. Pocos días después del crimen institucional cometido, el responsable directo y último de la política de secuestro y exterminio del Proceso lo definió y resumió magistralmente: “el objetivo es volver a la Argentina del 3 de junio de 1943” (Albano Harguindeguy). 24/3/1976 no fue un golpe de unos locos, ni un golpe “fascista”, ni contra “los que pensaban distinto”, etc., sino contra la obra revolucionaria de Perón y contra la Argentina que él había erigido. Para voltearla, era necesaria una guerra civil devastadora. Así lo pronunció el historiador anglocanadiense H. S. Ferns en su libro La Argentina, (Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1972, p. 247: “Como no sea mediante una guerra civil devastadora, resulta muy difícil imaginar cómo puede deshacerse la revolución efectuada por Perón”. Es llamativo que el citado historiador, antiperonista, califique a los gobiernos de Perón como revolucionarios. Ni ellos pueden dejar de reconocerlo.

La conmemoración “progre” olvida o encubre que detrás del golpe estaba la larga mano del Imperio Británico y de sus secuaces angloamericanos capitaneados por David Rockefeller. No fue casualidad que el ministro de Economía fuera el abogado José A. Martínez de Hoz, representante de la vieja oligarquía anglófila y miembro del Comité Internacional del Chase Manhattan Bank (fusionado en el año 2002 con el J. P. Morgan Chase Bank).

Esta conmemoración “progre” olvida o encubre también la colaboración que prestaron en ese momento las principales organizaciones armadas, creando las condiciones que justificaran ese golpe nefasto. No sólo recaudaron “revolucionariamente” (se calculan 23 millones de dólares sólo en el año 1973, por secuestros y robos), sino que se levantaron en armas contra el gobierno constitucional de Perón primero e Isabel Perón después. Es llamativa la “amistad” y diálogo que conservaron algunas cabezas de esos grupos armados con las cabezas del Proceso (Norberto Habegger-Albano Harguindeguy, por ejemplo), y no deja de sorprender la desaparición a mediados de 1975 de algunos militares (el coronel Jorge Montiel y el teniente coronel Martín Rico), quienes estaban informados que “oficiales de las Fuerzas Armadas tenían contacto con las cúpulas guerrilleras para desestabilizar al gobierno(entrevista de Carlos Negrete al doctor Julio Carlos González, publicada en La Nación, 24 de marzo de 2016, en http://www.lanacion.com.ar/1882362-julio-gonzalez-hubo-traiciones-en-el-peronismo). ¿Habrá sido ésta la colaboración de las organizaciones armadas a la guerra civil devastadora profetizada por H. S. Ferns?

Lo más grave es que esta conmemoración “progre” llega a la esquizofrenia, cuando repudia el golpe de 1976 en nombre de ideas y banderas socialistas, incluyendo la exaltación de la revolución cubana como proceso ideal de lucha anticapitalista. Ignoran o dejan de lado estos progresistas olvidadizos la colaboración y acompañamiento que hizo el régimen de Fidel Castro a nivel internacional, para que la dictadura argentina nunca fuera condenada en los organismos de las Naciones Unidas por su violación de los derechos humanos. La Cuba de Fidel Castro fue la gran aliada de la dictadura de Jorge Rafael Videla, tal como ha demostrado la investigadora estadounidense Kezia McKeague y lo hiciera conocer el 25 de marzo de 2011 la periodista Claudia Peiró (“Fidel Castro, insólito aliado de la dictadura militar argentina de Jorge Rafael Videla”, Infobae, 25 de marzo de 2011, en http://www.infobae.com/2011/03/25/1021554-fidel-castro-insolito-aliado-la-dictadura-militar-argentina-jorge-videla).

Como bien lo expresa el doctor Julio Carlos González, “el terrorismo de izquierda y de derecha actuaron como las tenazas de una pinza para desarticular y destrozar el gobierno de Perón y el Movimiento Nacional que lo sustentaba” (Asalto a la Argentina. m76. Motivos y pretextos, “Aquella noche trágica… 23 horas del 23 de marzo de 1976”, Editorial Docencia, Buenos Aires 2011, p. 31), para volver a una nueva Década Infame.

Todo lo demás es puro verso.

 

 José Arturo Quarracino                   Juan Carlos Vacarezza

Sub-coordinador general                       Coordinador General

CONSTITUCIÓN DE 1949: CONMEMORACIÓN Y HOMENAJE

El viernes 11 de marzo de 2016, a las 17.30 horas, el Movimiento “Primero la Patria” organizó en el salón de Unione e Benevolenza (Tte. Gral. Perón 1372, CABA) un acto de conmemoración y homenaje a la sanción de la Constitución de 1949, sancionada el 11 de marzo de ese año.
Fueron oradores en el acto-homenaje la dirigente Alicia Contreras (de Lomas de Zamora), el dirigente Juan Carlos Vacarezza (Coordinador General del Movimiento) y el dirigente Rubén Gioannini (secretario general de la Mesa de Jubilados, Pensionados y Retirados de la República Argentina).
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Alicia Contreras – Juan Carlos Vacarezza – Rubén Gioannini – Carlos Díaz

La finalidad del homenaje fue conmemorar la sanción de la Constitución de 1949, reafirmar los principios jurídicos y filosóficos emanados de la Doctrina Social de la Iglesia y de la concepción humanista y cristiana del peronismo, y comprometer la acción militante para que vuelva a tener vigencia la Carta Magna de 1949, en el contexto de una Nación políticamente soberana, económicamente libre y socialmente justa, de lo cual hoy la Argentina parece haber extraviado el rumbo.
Como síntesis de las palabras pronunciadas por los oradores, los mismos difundieron el siguiente texto:
“¿Por qué conmemoramos la sanción de la Constitución de 1949? Porque ella le dio sustento y fundamento jurídicos a la realidad de la Soberanía Política, como punto de partida de la Independencia Económica realizada en los primeros años del gobierno justicialista, indispensable para consolidar la Justicia Social.
En este sentido, la Constitución de 1949 profesaba unas convicciones muy precisas sobre las relaciones entre el Estado y la economía, según las cuales al poder público le correspondía la realización de aquellas actividades vinculadas a bienes instrumentales que llevan aparejado un poder económico tal, que no es posible dejarlas en manos de personas o entidades privadas sin peligro ostensible para el bien común. Así se impuso en el texto constitucional una serie de exigencias hacia las que debía orientarse la acción del Estado en su misión de fomento, estímulo, coordinación, integración y protagonismo directo.
Paralelamente, la reforma constitucional propugnaba que el desarrollo económico fuese acompañado por y proporcionado al progreso social, de modo que todas las categorías de personas participasen de los aumentos productivos. De estas premisas proceden los artículos 37 al 40 de aquel texto. Estos artículos consagraron los derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad, de la educación y de la cultura, la función social de la propiedad, el capital al servicio de la economía con el objetivo de sostener el bienestar social, y la organización de la riqueza y su explotación destinadas a promover del bienestar del pueblo.
Según Arturo Enrique Sampay, sólo legitimando la actividad económica no usuraria, como se lo propuso la reforma constitucional, podía restablecerse el espíritu económico precapitalista o tradicionalista, es decir, la ética económica cristiana, de tal modo que la riqueza quedaba sometida a una función social, que obligaba no sólo a distinguir entre medios lícitos y no lícitos para su adquisición, sino también a discriminar entre intensidad lícita y no lícita en el uso de los medios lícitos. En este sentido, la reforma constitucional instauró un orden económico esencialmente anticapitalista.
Hablamos de conmemoración, la cual es algo muy distinto de lo que es un recuerdo nostálgico. Éste último remite a un pasado que ya no existe, mientras que la conmemoración es pasado que se hace presente. Se hace presente porque la conmemoración reafirma y mantiene actual los fundamentos doctrinarios, ideológicos y culturales que constituyen la base y principios del texto constitucional de 1949. La Doctrina Social de la Iglesia y la filosofía humanista y cristiana constituyen las fuentes de las que han brotado esos fundamentos jurídicos que institucionalizaron jurídicamente la realidad de la revolución justicialista en las décadas de 1940-1950, revolución que merece y reclama ser llevada a cabo nuevamente, para que las nuevas generaciones puedan vivir con dignidad en una Nación que tiene como destino histórico constituirse como una Patria justa, libre y soberana, sustentada en una concepción humanista y cristiana de la vida de los hombres y de los pueblos.
Conmemoración y reafirmación de las verdades doctrinales y de los principios humanista-cristianos lleva a un tercer paso: el compromiso de volver a hacer realidad esa gran Argentina que supo ser justa, libre y soberana, y que hoy nos llama a servirla y recuperar esa grandeza nacional y la felicidad y dignidad que el pueblo argentino pudo disfrutar. Estamos llamados y nos comprometemos a hacer realidad de nuevo esa Argentina que fue y que debe volver a ser, para nuestros hijos y nuestros descendientes, para que la luz de la Justicia Social resplandezca en el cielo de la Patria por toda la eternidad”.

La conmemoración-homenaje culminó con el canto de la Marcha Peronista por parte de todos los presentes.